¿Es seguro bañarse en el Ganges? Entre fe, rito y salud pública

 El Ganges fluye entre lo sagrado y lo amenazante.  Como contaría una novelista de viajes, “el río parece susurrar historias de pureza milenaria”, pero basta un chapuzón para enfrentarse a realidades mucho menos poéticas. En el hinduismo, el Ganges no es solo un río: es una diosa nacida del cielo, encarnación de la pureza y vía directa hacia la liberación espiritual. Desde hace milenios, bañarse en sus aguas o verter allí las cenizas de los difuntos se considera un camino hacia el moksha, la liberación del alma.

El Ganges en la religión: purificación con un precio

Para millones de hindúes, el Ganges no es solo un símbolo: es una presencia viva. Durante festivales como el Kumbh Mela, más de 100 millones de personas se sumergen en sus aguas en busca de redención. Esta conexión mística ha sostenido siglos de devoción y ha convertido al río en el epicentro espiritual de la India.

Pero esa misma fe que lo venera muchas veces pasa por alto un detalle esencial: la contaminación que recorre sus más de 2.500 kilómetros.

De aguas puras a caldo infeccioso: contaminación y patógenos

Los tramos urbanos del Ganges reciben cada día más de 3.000 millones de litros de aguas residuales, de los cuales menos del 40 % recibe tratamiento. En ciudades como Varanasi, se han registrado niveles de coliformes fecales hasta 120 veces por encima del límite legal para uso recreativo.

A esto se suman vertidos industriales (textiles, curtidurías, plantas químicas), residuos sólidos, flores tratadas químicamente y restos humanos de cremaciones incompletas. El resultado: un río donde confluyen devoción y toxicidad.

Peligros reales para el viajero: lo que dicen los datos médicos

Sumergirse en el Ganges es, para muchos viajeros, un acto espiritual. Pero también es una exposición directa a infecciones que pueden transformar un momento sagrado en una complicación médica seria. Según organismos como el CDC, los riesgos incluyen:

  • Hepatitis A y E

  • Fiebre tifoidea, cólera y disentería

  • Infecciones cutáneas, micóticas y leptospirosis

  • Bacterias resistentes a múltiples antibióticos

Y no se trata solo de cifras. Un estudio liderado por la Universidad de Newcastle y publicado en Environmental International reveló la presencia significativa de genes de resistencia antimicrobiana en el Ganges, especialmente en áreas como Varanasi. El hallazgo fue difundido por The New York Times, que advirtió sobre una amenaza con implicaciones globales: la posibilidad de que estos “superbugs” escapen del ecosistema local y se propaguen a través de viajeros.

“El Ganges, tan venerado por su poder purificador, puede estar incubando infecciones imposibles de tratar.”
Fuente: Superbugs in the Ganges Put Millions at Risk – The New York Times

Medicina del viajero: cómo protegerse

Antes de viajar a zonas donde el Ganges forma parte del itinerario, es recomendable:

  • Vacunarse contra hepatitis A, tifoidea y tétanos

  • Evitar el contacto con el agua del río, incluso en rituales

  • Usar gel antiséptico tras tocar objetos o superficies mojadas

  • No consumir alimentos lavados o cocinados con agua del Ganges

  • Llevar antibióticos de emergencia prescritos por un profesional

Si el baño ritual es inevitable, debe hacerse sin inmersión completa, sin tragar agua y con una ducha desinfectante inmediata.

¿Y sus supuestos beneficios?

Algunos estudios han señalado la presencia de bacteriófagos —virus que eliminan bacterias patógenas— en el Ganges, lo que explicaría su capacidad natural de autodepuración. Sin embargo, esta propiedad queda ampliamente superada por la cantidad de residuos humanos, metales pesados, plásticos y antibióticos vertidos sin control.

El río tiene memoria, pero no milagros bioquímicos.

Iniciativas de limpieza: ¿demasiado poco, demasiado tarde?

Desde los años 80, India ha impulsado programas como el Ganga Action Plan y, más recientemente, Namami Gange, un esfuerzo nacional dotado con más de 3.000 millones de dólares. El objetivo: recuperar la salud del río mediante plantas de tratamiento, control industrial, reforestación de riberas y campañas de sensibilización.

Sin embargo, los resultados son desiguales. Más del 80 % de los puntos monitoreados siguen sin alcanzar niveles seguros. La espiritualidad colectiva avanza más rápido que la infraestructura.

Más información oficial: Namami Gange – National Mission for Clean Ganga

Conclusión

Al anochecer, cuando las lámparas flotan sobre el Ganges y los cantos de los sacerdotes llenan el aire, el río parece contener algo más que agua: contiene historia, fe, memoria y contradicción.

Puedes honrarlo sin bañarte en él. Puedes contemplarlo con respeto y cuidado. Porque si algo nos enseña el viaje —y la medicina del viajero— es que espiritualidad y precaución no están reñidas. En algunos lugares, son incluso inseparables.

Antes de viajar, consulta con especialistas

Cada viaje tiene sus riesgos, pero también sus soluciones. No todos los viajeros que planean acercarse al Ganges conocen el alcance real de los patógenos presentes, las vacunas necesarias o los protocolos de prevención más actuales. Por eso, una preparación adecuada no es opcional: es esencial.

En la Consulta del Viajero trabajamos precisamente para eso. Te ayudamos a:

  • Planificar tu visita con seguridad médica personalizada

  • Evaluar riesgos reales según destino, fecha y tipo de actividad

  • Actualizar tu cartilla de vacunación

  • Acceder a pautas prácticas de higiene, prevención y medicación preventiva

Solicita tu cita antes de partir. Porque un baño ritual no debería costarte semanas de recuperación ni poner en peligro tu salud.

La fe puede ser un motivo para viajar. La salud, un motivo para volver bien.

Marta Arsuaga/Manuel Gil

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