HEPATITIS C

La hepatitis C es una infección viral que afecta el hígado y puede volverse crónica. Es causada por el virus de la hepatitis C (VHC).

Modos de Transmisión:

• Contacto con sangre contaminada.
• Compartir agujas u otros objetos contaminados.
• Transfusión de sangre antes de 1992 (antes de la implementación de pruebas de detección).
• De madre a hijo durante el parto.

Síntomas:

• Fatiga.
• Dolores musculares y articulares.
• Pérdida de apetito.
• Ictericia.
• En muchos casos, la infección puede ser asintomática durante muchos años.

Prevención:

• Uso de Preservativos: Para prevenir la transmisión sexual.
• Evitar Compartir Agujas: Principalmente entre usuarios de drogas.
• Pruebas y Diagnóstico Temprano: Detectar y tratar la infección temprano es crucial.
• Control de Sangre y Productos Sanguíneos: Para prevenir la transmisión a través de transfusiones.

Tratamiento:

El tratamiento de la hepatitis C ha experimentado avances significativos con la introducción de medicamentos antivirales de acción directa (AAD). Algunos aspectos del tratamiento son:

• Antivirales de Acción Directa (AAD): Medicamentos como el sofosbuvir, el ledipasvir y el daclatasvir tienen altas tasas de curación y actúan directamente sobre el virus.
• Combinación de Medicamentos: A menudo, se prescribe una combinación de medicamentos antivirales para aumentar la eficacia del tratamiento.
• Duración del Tratamiento: La duración del tratamiento puede variar según el genotipo del virus y la condición del paciente, pero en muchos casos, los tratamientos son más cortos que en el pasado.
• Monitorización Continua: Es importante realizar pruebas para evaluar la respuesta al tratamiento y garantizar la curación.

Ambas hepatitis B y C requieren enfoques integrales que incluyan prevención, detección temprana y tratamiento. La educación sobre prácticas seguras y la conciencia sobre los modos de transmisión son fundamentales en la prevención de estas infecciones.