Viajar en barco puede ser una experiencia increíble: la brisa marina, el sonido relajante de las olas, y la sensación de libertad mientras te deslizas sobre el agua. Sin embargo, para muchos viajeros, esta experiencia puede verse empañada por el temido mareo por movimiento, una condición común que afecta a muchas personas y que puede convertir una travesía placentera en una pesadilla. Desde la consulta de medicina del viajero, queremos compartir contigo algunos consejos para prevenir y manejar el mareo en barco, para que puedas disfrutar plenamente de tu aventura marítima.

¿Qué es el Mareo por Movimiento?

El mareo por movimiento, o cinetosis, es una respuesta natural del cuerpo ante movimientos irregulares, como los que se experimentan en un barco. Ocurre cuando el cerebro recibe señales contradictorias de los ojos, el oído interno y el cuerpo. Mientras tus ojos pueden ver el interior del barco, que parece estar inmóvil, tu oído interno siente el movimiento de las olas, creando una desconexión que provoca mareos, náuseas y, en casos graves, vómitos.

Desde una perspectiva médica, es importante entender que el mareo por movimiento no es un problema grave de salud, pero sí puede ser muy incómodo y afectar tu disfrute del viaje. Por eso, desde nuestra consulta, recomendamos tomar medidas preventivas antes de embarcar.

La Importancia de Prepararse con Anticipación

Una de las claves para evitar el mareo en barco es la preparación previa. Si sabes que eres propenso a la cinetosis, es fundamental planificar con antelación. En la consulta de medicina del viajero, solemos recibir a pacientes preocupados por cómo enfrentar este reto durante sus vacaciones, especialmente si han tenido malas experiencias en el pasado.

Nuestro primer consejo es considerar la medicación preventiva. Cuando se trata de combatir el mareo por movimiento, uno de los aliados más confiables en tu botiquín de viaje son los antihistamínicos de primera generación, como el dimenhidrinato. Este compuesto, que probablemente reconocerás bajo nombres comerciales como Biodramina®, es un recurso clásico para quienes sufren de cinetosis.

A pesar de que estos antihistamínicos fueron inicialmente desarrollados para tratar alergias, hoy en día se utilizan mucho más para afecciones como el mareo en barco. ¿La razón? Actúan directamente sobre el sistema nervioso central, lo que los convierte en una opción eficaz para prevenir y tratar no solo las náuseas, sino también los vómitos, mareos y vértigos que pueden surgir en una travesía marina. Sin embargo, hay un pequeño inconveniente: al influir en el sistema nervioso, también pueden causar somnolencia, un efecto secundario que no siempre es bienvenido, especialmente si planeas mantenerte despierto para disfrutar del paisaje. Por eso, muchas formulaciones dirigidas a adultos incluyen un toque de cafeína, diseñado para contrarrestar ese efecto sedante y mantenerte alerta mientras navegas.

Para las formulaciones en comprimidos o solución oral, es recomendable tomarlos entre 30 y 60 minutos antes de embarcar, asegurando así que estén en pleno efecto cuando más lo necesitas. Pero si prefieres algo más rápido o si los síntomas comienzan a aparecer de manera inesperada, los chicles son una opción ideal. Estos actúan de manera mucho más rápida y pueden utilizarse en el momento en que sientas los primeros signos de malestar, ofreciéndote una solución inmediata para seguir disfrutando de tu viaje.

Las dosis recomendadas son:

• Adultos y niños mayores de 12 años: 1 o 2 comprimidos (50-100 mg de dimenhidrinato) por toma. Si fuera necesario, repetir la dosis cada 4-6 horas. No administrar más de 8 comprimidos (400 mg de dimenhidrinato) al día repartidos en varias tomas.
• Niños de 7 a 12 años: de medio comprimido a 1 comprimido (25-50 mg de dimenhidrinato). Si fuera necesario, repetir la dosis cada 6 a 8 horas. No administrar más de 3 comprimidos (150 mg de dimenhidrinato) al día repartidos en varias tomas.
• Niños de 2 a 6 años: se recomienda administrar Biodramina Infantil 25 mg comprimidos recubiertos con película a este grupo de población
• Niños menores de 2 años: No debe utilizarse en niños menores de 2 años.

Además de la medicación, hay otros métodos que pueden ayudarte a reducir las posibilidades de marearte:

1.     Elige el Lugar Adecuado en el Barco

La ubicación en el barco puede marcar una gran diferencia. Si tienes la posibilidad, opta por un asiento en el centro del barco, donde el movimiento es menos pronunciado. Las áreas más cercanas a los extremos del barco, como la proa (parte delantera) y la popa (parte trasera), suelen moverse más, lo que puede agravar los síntomas de mareo.

2.     Mantén la Vista en el Horizonte

Una de las recomendaciones más comunes es fijar la vista en el horizonte. Al mirar un punto fijo y estable, ayudas a tu cerebro a sincronizar la información que recibe de tus ojos y tu oído interno, lo que puede reducir la sensación de mareo. Si es posible, mantente al aire libre y enfoca tu atención en el horizonte o en un punto lejano.

3.     Evita Leer o Usar Pantallas

Leer un libro o mirar el teléfono móvil puede aumentar el mareo, ya que implica enfocar la vista en algo que no refleja el movimiento del barco. Es mejor mantener la cabeza levantada y evitar tareas que requieran un enfoque visual intenso. Si necesitas distraerte, opta por escuchar música o un audiolibro en lugar de leer.

4.     Mantén una Buena Ventilación

El aire fresco es tu mejor aliado. Si te encuentras en una cabina cerrada, busca salir al exterior o abrir una ventana para que el aire circule. El olor a combustible, la comida o incluso el perfume pueden agravar las náuseas, por lo que mantener una buena ventilación puede hacer una gran diferencia.

5.     Hidrátate y Come Ligeramente

Mantenerte hidratado es crucial, pero evita consumir grandes cantidades de líquidos de una sola vez. Bebe sorbos pequeños de agua y opta por comidas ligeras antes de embarcar. Los alimentos grasos o muy condimentados pueden agravar el mareo, así que es mejor optar por snacks suaves como galletas saladas o frutas.

6.     Considera Remedios Naturales

Además de la medicación convencional, existen remedios naturales que pueden ayudar. El jengibre, por ejemplo, es conocido por sus propiedades antieméticas. Puedes consumirlo en forma de té, caramelos o suplementos antes de tu viaje. También, las pulseras de acupresión, que aplican presión en puntos específicos de la muñeca, han demostrado ser útiles para algunas personas.

7.     Mantén la Calma y Relájate

El estrés y la ansiedad pueden empeorar los síntomas del mareo, así que es importante mantener la calma. Técnicas de respiración profunda y visualización pueden ayudarte a relajarte y a centrarte en el placer de la travesía en lugar de en las incomodidades.

Consultar con un Especialista

Si bien muchos de estos consejos pueden ser efectivos, cada persona es diferente. Si eres especialmente propenso al mareo por movimiento, no dudes en acudir a la consulta de medicina del viajero. Un especialista puede ofrecerte recomendaciones personalizadas y, si es necesario, prescribir medicamentos más potentes que te ayuden a disfrutar de tu viaje sin inconvenientes.

En resumen, con la preparación adecuada y las estrategias correctas, es posible minimizar o incluso evitar el mareo en barco. Al aplicar estos consejos, estarás mejor preparado para enfrentarte a los movimientos del mar y disfrutar de cada momento de tu aventura náutica. ¡Buen viaje!

Fdo: Manuel Gil